miércoles, 30 de marzo de 2016

Ser manso de espíritu


Estoy leyendo y mirando muchos videos sobre el matrimonio crisitiano. Y si hay algo que las mujeres debemos aprender a ser es sumisas a nuestros esposos. Cuantas mujeres hay, dentro de la iglesia discutiendo con sus maridos, cuantas mujeres gritando y hasta incluso golpeando a sus esposos... Sé que no es fácil el tener que callar y bajar la cabeza, y aún más cuando una sabe que tiene razón y es que es injusto que nos traten mal o que nos griten, pero saben algo...Dios es que se encarga de exaltarnos al momento justo. Si nosotras aprendemos a vivir por lo que está escrito, Dios intercede por nosotras y nuestra recompensa va a llegar. Dios va  a mostrar nuestra belleza, la belleza de una mujer mansa, que no grita, no insulta, no rebate, ella simplemente acepta lo que tengan para decirle de una forma humilde y aún cuando ella no halla echo nada y no merezca esa reprimenda, Dios los sabe, y Él es el que va a hacer que ella sea honrada, va a hacer que su esposo vea que estaba equivocado y además de eso el esposo va a ver y va a decir, pucha...la trate tan mal y ella no tenía nada que ver, no tenía culpa alguna y aún así tampoco se defendió, no me grito, no quiso explicar nada, ella solo escucho y aguanto que me la agarrara con ella...y el va a ver su valor, su verdadero valor, el de una mujer mansa, a a pareciar su belleza, la belleza que solo tiene una mujer de Dios.
Por eso mediten en este versículo, el propio Salomón, el hombre más sabio no dice que la mansedumbre es el remedio a todas las ofensas. Pongan en practica esto.
Dios los bendiga